A LAS ABRUPTAS CUMBRES SIN CONCIENCIA

Anidando en la cumbre de mentes
ávidas de la desertización filantrópica.
Del cegador intelecto,
abrupto ya,
por naturaleza.

Paso del ave que nunca alcanzará el vuelo,
latido de la roca insalvable,
ciega ante presencias Intrikianas
que le abran los ojos,
al caminar poético
que reside en cada hombre,
o mujer;
rebosantes de inteligencia aplicada
en uno u otro punto
de la circunferencia o del círculo
de la línea curva que rebosa de sabiduría infinita.
Acaso, en ese tipo de cumbres,
negaron el horizonte armónico que abrace sus vidas.

Mientras,
nosotros;
tierra y agua de inmarcesibles componentes.
Seguiremos soñando

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