HOMBRES DE CARNE Y HUESO

Aquellos hombres ya aunaban sus fuerzas para el cambio.
La unión y el valor eran suyas,
bien supieron darle voz al pueblo.
Los patronos temblaron con cualquiera de sus visitas.
Su entrega y tesón
no tenia barreras.
Su solidaridad,
no conoció fronteras.

Tiempos oscuros de guerra
fueron única alternativa fascista,
pues el pueblo estaba armado.
De amor, razón, apoyo mutuo y justicia.
Buscaban la libertad que su conciencia merecía,
con una moral sin dudar
merecedora de una Anarquía.

Muchos de ellos cayeron.
Todos sentaron historia;
y en su último sueño vieron
que estarían en nuestra memoria.
Siempre prestos a alcanzar
el desarrollo del hombre.
Pues no existe autoridad
capaz de imponerse siempre.

El camino largo és,
lleno de espinas y muerte;
pero nuestra condición ya revela
que tarde o temprano alcanzaremos
esa vida por la que ellos lucharon.
En guerra o sin ella;
actuando en las sombras
en tiempos oscuros de franquismo.
Siempre fuertes
buscando el ideal Ácrata.

Nuestros actos,
llenos de ternura con los golpeados,
harán de nuestras heridas
el traje a medida del hombre.

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