Sumergido en la neblina,
nebulosa cargada de introspección.
Los adoquines desgastan las suelas,
remiendos en esta prisión.
Suenan cantos del viento
que no permiten volar,
son caóticamente abatidos.
Monotonía en este lugar.
Cada cual; cada uno.
Cada uno; cada cual.
Sordos nadando en este ambiente,
el agua embotellada nació.
Transformado quedó el camino
donde sabios solían pisar.
Calles nuevas,
calles viejas;
que no se reconocen ya.
La neblina está bajando,
no olvides cerrar el portal.
Quedarte dentro o afuera,
en tus manos está